La retención representa un desafío para muchas personas que usan dentaduras. La retención de la dentadura se basa casi por completo en el contacto y la fricción entre la superficie interior de la dentadura y el tejido de la encía. A medida que disminuye la cantidad de hueso para sostener una dentadura, puede resultar cada vez más difícil mantener una dentadura en su lugar mientras se habla o se come. Esto es especialmente notable con una dentadura inferior, ya que la lengua y el piso de la boca fuertes pueden desalojarla durante la función y evitar el efecto de ventosa que el paladar proporciona a la dentadura superior. Los adhesivos no siempre brindan una solución adecuada para aquellos con mucha pérdida de hueso. El remedio para este problema radica en las dentaduras retenidas por implantes. Esto implica la colocación de implantes en el hueso, que a su vez proporcionan anclajes firmes para retener y sostener una dentadura.
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